Acné

El acné es una dermatosis inflamatoria crónica de la gándula sebácea con la presencia de comedones abiertos (negros) y/o cerrados (blancos), y con lesiones inflamatorias tipo pápulas, nódulos o póstulas. Evoluciona a brotes hasta la autoresolución espontánea.

Afecta preferentemente a adolescentes. Es frecuente que no haya correlación entre la severidad objetiva del acné y la afectación que produce, dependerá de la percepción individual del problema.

Las diferentes manifestaciones clínicas pueden ser:

  • no inflamatorio o comedoniano, cuando predominan las lesiones por retención y dilatación del conducto pilosebáceo, es la fase inicial del acné.
  • inflamatorio o pápulopostuloso, cuando se ha producido la sobreinfección y la activación de los fenómenos inflamatorios y aparecen las pápulas eritematosas, pústulas y a veces quistes.

Lo más frecuente es que convivan simultáneamente las dos formas. Se localiza en las áreas seborreicas del organismo (cara y zonas superiores del tronco anterior y posterior)

Estrategia terapéutica

 

Hay que establecer el tipo clínico (acné comedonianno, acné inflamatorio o acné mixto) y su severidad.

En general, cuando el acné es leve será suficiente con tratamiento tópico, mientras que si es clasificado como moderado o grave, se deberá añadir además tratamiento vía oral.

La isotretinoina oral puede ser definitivamente curativa, pero el resto de tratamientos son de efecto suspensivo (su efecto desaparece al dejar la medicación). Por lo tanto, debe ser un tratamiento cíclico y continuado.

 

Recomendaciones generales

 

  • Retinoides tópicos, son el pilar en el tratmiento del acné
  • Peróxido de benzoilo y su combinación con clindamicina o eritromicina son de elevada eficacia
  • Antibióticos tópicos (eritromicina, clindamicina) son efectivos pero pueden desarrollarse resistenicas bacterianas
  • Ácido salicílico eficacia moderada
  • Útil la asociación de diversos principios activos químicamente compatibles con diferentes mecanismos de acción