Formulación en mucosa ocular

por | Mar 25, 2025 | Formulación, Novedades, Oftalmología

En el caso de los procesos inflamatorios de la córnea y con posibles daños epiteliales en la misma, como los que se producen en el penfigoide de las mucosas, pénfigo vulgar y otros la finalidad de los tratamientos será: 

  • Aliviar la inflamación y dolor producidos por el proceso
  • Prevención y tratamiento de procesos infecciosos
  • Tratamiento de los daños epiteliales que pudieran producirse
  • Tratamiento de trastornos de la opacidad que puedan darse

Un primer nivel en el tratamiento de la inflamación es el uso de corticoides tópicos oculares: Dexametasona, Prednisolona, Fluorometolona e Hidrocortisona serán los preferidos según la intensidad del proceso.

En ocasiones se asocian con antibióticos: Gentamicina, Tobramicina, Ofloxacino, Ciprofloxacino, etc son los habituales.

Existen suficientes productos comercializados tanto en monofármaco como en asociación. No se requiere formulación excepto en situaciones especiales.

Cuando el tratamiento antinflamatorio se prolonga los corticoides se sustituyen en muchas ocasiones por ciclosporina, fármaco que actúa como inmunosupresor y antinflamatorio disminuyendo la secreción de IL-2 y del factor de crecimiento de leucocitos.

El uso de ciclosporina tópica se reserva para procesos autoinmunes, continuación de tratamientos con corticoides y en procesos inflamatorios como el que se produce en ojo seco y similares. 

Nos podemos encontrar con formulaciones de ciclosporina en dosis altas (de 0,2% o superiores) que requieren un vehículo oleoso (columna izquierda) y otras dosis menores (0,05%, 0,1%) que pueden prepararse en vehículo acuoso (columna derecha), que es más agradable para el paciente.

 

Ciclosporina   (0,2-0,5%)

Vehículo oleoso  csp. 10 ml

(Miristato isopropilo)

Ciclosporina   (0,2 – 1%)

Pomada oftálmica  csp 10 g

Ciclosporina   (0,05%)

Vehículo acuoso  csp. 10 ml

Ciclosporina   (0,1%)

Vehículo acuoso  csp. 10 ml

Una alternativa para cuando no se responde a ciclosporina es el uso de tacrólimus.

Siempre en formas oleosas, puede utilizarse como colrio y también como pomada oftálmica, lo que prefieren muchos pacientes para mitigar la irritación que produce tacrólimus, en especial en primeras aplicaciones.

 

Tacrólimus (0,03 – 0,1%)

Vehículo oleoso csp. 10 ml

Tacrólimus  0,03 %

Pomada oftálmica  csp 10 g

En el caso de que las lesiones inflamatorias produjeran un daño epitelial superficial: una de las vías más utilizadas en los últimos años es el uso de insulina tópica.

La insulina ejerce una acción anabolizante por estimulación de la capa stem que regula la cicatrización de la córnea. Diversos estudios
acreditan su eficacia con curación de daños epiteliales en 30-45 días.

La pauta de uso en pacientes con lesiones crónicas no está bien establecida. Se utiliza en colirios de 1 UI / ml. La pauta es de 3-4 aplicaciones por día.

Insulina 1 UI/mL

Vehículo colirio csp. 10 ml

En el caso de opacidades corneales una terapia emergente que se está ensayando es el uso de losartán tópico, si bien el nivel de evidencia todavía es limitado.

Referencias bibliográficas: 

  1. LLAMBI F. Formulación en mucosas. En XVI Curso de Enfermedades Autoinmunes y Ampollosas. Hospital del Mar. Barcelona, 2024.